Te ayudamos a adaptarte al uso de lentillas

Con paciencia, higiene y un buen asesoramiento, como el que hacemos en Opticalia Las Rozas, adaptarse al uso de lentes de contacto es un proceso sencillo. Una vez superada la etapa inicial, muchas personas descubren una gran libertad y comodidad visual en su día a día.

Adaptarse al uso de lentes de contacto puede ser un proceso sencillo si se siguen ciertas recomendaciones básicas. Aunque al principio puede generar cierta incomodidad o inseguridad, con el tiempo y una rutina adecuada, las lentillas se convierten en una alternativa cómoda y práctica a las gafas.

Empieza con paciencia y progresivamente
Durante los primeros días, se puede sentir una leve molestia o tener una mayor sensibilidad a la luz. Por eso, se recomienda comenzar usándolas solo unas pocas horas al día, e ir aumentando el tiempo gradualmente a medida que el ojo se acostumbra.

Mantén una higiene estricta
La limpieza es fundamental. Siempre lávate bien las manos antes de manipular las lentes. Usa solución específica para su limpieza y almacenamiento; nunca emplees agua del grifo o saliva, ya que pueden contener microorganismos peligrosos para los ojos.

Sigue las indicaciones nuestras especialistas
Cada ojo es diferente. Por eso es importante usar las lentillas recetadas por un oftalmólogo u optometrista, respetar los tiempos de uso (diarias, quincenales, mensuales) y asistir a revisiones periódicas para evitar problemas como sequedad ocular o infecciones.

Aprende la técnica de colocación y retirada sin prisa
Al principio puede parecer complicado colocar o retirar las lentes, pero con práctica se vuelve un hábito. Utiliza un espejo, buena iluminación y mantén la calma. No te desanimes si necesitas varios intentos.

Hidrata tus ojos si lo necesitas
Si sientes sequedad o irritación, especialmente en ambientes con aire acondicionado o frente a pantallas, puedes usar lágrimas artificiales compatibles con lentes de contacto para mantener la hidratación ocular.

Nunca duermas con las lentillas puestas (a menos que sean específicas para ello)
Dormir con lentes no diseñadas para uso nocturno puede reducir el oxígeno que llega a la córnea y aumentar el riesgo de infecciones graves.